El recibidor es la primera impresión de la casa, es una zona de paso, el sitio que nos comunica con el exterior y a la vez es el lugar donde dejamos lo que traemos de la calle, como el abrigo, el paraguas, las llaves, los zapatos, el correo, etc.
El tamaño del recibidor debe ser acorde a las dimensiones del resto de la casa; en el caso de que nuestra casa sea pequeña, lo ideal es que nos de una sensación de amplitud, mientras que si la misma es grande, debe ser un lugar acogedor.
La decoración del recibidor es la que dará la impresión de cómo es el estilo de la casa, por lo que no debemos restarle importancia, sino detenernos a pensar en ella.
En el caso de que no dispongamos de un sitio específico para el recibidor, lo que podemos hacer es integrarlo al salón, ya sea al living, al comedor y lo hacemos utilizando algún tipo de separador, como por ejemplo un biombo, un murete bajo, un mueble, una biblioteca con dos caras, etc.
La pieza más importante de los recibidores suele ser un mueble bajo llamado consola, que por lo general es de madera y se sitúa en las paredes cercanas a la puerta de entrada. Las consolas son sumamente útiles para colocar objetos como ser llaves y el correo. Sobre la consola muchas veces se coloca un espejo de grande dimensiones, algún arreglo floral, una lámpara, u objeto decorativo y también una bandeja para evitar dañar la madera.
En el caso de que el espacio sea reducido podemos reemplazar este mueble por otro más estrecho, como una librería pequeña y colocar algún estante para apoyar los objetos.
Algunos de los objetos funcionales que es importante tener en el recibidor son un paragüero y un perchero. Para darle un toque de originalidad podemos colocar un paragüero no convencional, ya que en el mercado los hay de diferentes formas, materiales y colores.
En cuanto al perchero, éste es muy útil para que las visitas puedan dejar sus abrigos y demás complementos. Los más comunes suelen ser de madera, aunque existen también de otros materiales. Una excelente idea podría ser pintarlo del mismo color que los demás muebles que tenemos ubicados alrededor. Podemos colocar un perchero de pie o bien uno de pared. Para los abrigos, si disponemos de un espacio amplio, podemos optar también por colocar un mueble alto.
Otros objetos, que si bien no aportan funcionalidad al
recibidor son muy decorativos y terminan de definir el estilo, son los cuadros, las alfombras y también las plantas.
La iluminación podrá ser tenue o de lo contrario potente dependiendo de la sensación que queramos dar. Las lámparas de pie son muy utilizadas si el recibidor es un lugar amplio, ya que lo transforman en un lugar acogedor.
Las claves para dar una sensación de amplitud al recibidor, si el espacio es muy reducido, está en el color de las paredes, el mobiliario y la iluminación. Respecto a la pintura, lo ideal es optar por colores fríos, como el azul y el verde, en tonos claros, o bien por el color blanco. Así lograremos que el lugar se vea más grande y espacioso.
También ayudan a lograr este efecto los espejos – ya que dan una sensación de profundidad- y los focos de luz orientados hacia el techo.
Si en cambio disponemos de un lugar grande y espacioso, además de los muebles y objetos mencionados anteriormente, podemos colocar algún sofá, silla o sillón que complemente la decoración del recibidor. También podemos colocar un banco-zapatero y para las paredes podemos elegir colores fuertes y de tonalidades oscuras, para lograr calidez. Es importante en este caso que no falte mobiliario y objetos para evitar dar una sensación de frialdad.
El tamaño del recibidor debe ser acorde a las dimensiones del resto de la casa; en el caso de que nuestra casa sea pequeña, lo ideal es que nos de una sensación de amplitud, mientras que si la misma es grande, debe ser un lugar acogedor.
La decoración del recibidor es la que dará la impresión de cómo es el estilo de la casa, por lo que no debemos restarle importancia, sino detenernos a pensar en ella.
En el caso de que no dispongamos de un sitio específico para el recibidor, lo que podemos hacer es integrarlo al salón, ya sea al living, al comedor y lo hacemos utilizando algún tipo de separador, como por ejemplo un biombo, un murete bajo, un mueble, una biblioteca con dos caras, etc.
La pieza más importante de los recibidores suele ser un mueble bajo llamado consola, que por lo general es de madera y se sitúa en las paredes cercanas a la puerta de entrada. Las consolas son sumamente útiles para colocar objetos como ser llaves y el correo. Sobre la consola muchas veces se coloca un espejo de grande dimensiones, algún arreglo floral, una lámpara, u objeto decorativo y también una bandeja para evitar dañar la madera.
En el caso de que el espacio sea reducido podemos reemplazar este mueble por otro más estrecho, como una librería pequeña y colocar algún estante para apoyar los objetos.
Algunos de los objetos funcionales que es importante tener en el recibidor son un paragüero y un perchero. Para darle un toque de originalidad podemos colocar un paragüero no convencional, ya que en el mercado los hay de diferentes formas, materiales y colores.
En cuanto al perchero, éste es muy útil para que las visitas puedan dejar sus abrigos y demás complementos. Los más comunes suelen ser de madera, aunque existen también de otros materiales. Una excelente idea podría ser pintarlo del mismo color que los demás muebles que tenemos ubicados alrededor. Podemos colocar un perchero de pie o bien uno de pared. Para los abrigos, si disponemos de un espacio amplio, podemos optar también por colocar un mueble alto.
Otros objetos, que si bien no aportan funcionalidad al
recibidor son muy decorativos y terminan de definir el estilo, son los cuadros, las alfombras y también las plantas.
La iluminación podrá ser tenue o de lo contrario potente dependiendo de la sensación que queramos dar. Las lámparas de pie son muy utilizadas si el recibidor es un lugar amplio, ya que lo transforman en un lugar acogedor.
Las claves para dar una sensación de amplitud al recibidor, si el espacio es muy reducido, está en el color de las paredes, el mobiliario y la iluminación. Respecto a la pintura, lo ideal es optar por colores fríos, como el azul y el verde, en tonos claros, o bien por el color blanco. Así lograremos que el lugar se vea más grande y espacioso.
También ayudan a lograr este efecto los espejos – ya que dan una sensación de profundidad- y los focos de luz orientados hacia el techo.
Si en cambio disponemos de un lugar grande y espacioso, además de los muebles y objetos mencionados anteriormente, podemos colocar algún sofá, silla o sillón que complemente la decoración del recibidor. También podemos colocar un banco-zapatero y para las paredes podemos elegir colores fuertes y de tonalidades oscuras, para lograr calidez. Es importante en este caso que no falte mobiliario y objetos para evitar dar una sensación de frialdad.
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